Opinión - Primarias: buscando el voto entre el frío y el malestar

Imagen gentileza: El Diario de La Pampa.
Impacto - Por Norberto G. Asquini - Esta semana cierran las campañas en La Pampa para las PASO del 13 de agosto. Una elección donde reina la apatía, se observa malestar en buena parte de la sociedad y en términos generales fue demasiado correcta. Las primarias serán un aperitivo de las generales de octubre, pero también un momento crucial para algunos de los actores políticos.
Seis fuerzas electorales compiten en La Pampa y tres de ellas definirán candidatos en las primarias. Para las otras tres, el desafío es superar los poco más de 4.000 votos que se necesitan para poder estar en octubre. Por eso, en busca del voto independiente e indeciso, todos comenzaron a ajustar sus estrategias para los últimos días. Las consultoras afirman que entre un 15 y un 20 por ciento de los votantes definen su precandidato 48 horas antes del domingo. Sobre todo en tiempos electorales tan fríos como los actuales.

A media máquina
El PJ pareció hacer una campaña a media máquina. Todavía no puso "todo al asador", esperando la recta final hacia octubre. En su campaña apostó a los actos tradicionales en cada localidad -aunque se notó ahí también el frío electoral- basado en un discurso de fuerte contenido político opositor al gobierno macrista. No estuvo involucrado el gobernador Carlos Verna, si bien el mandatario y los funcionarios apuntalaron desde sus apariciones públicas el sesgo crítico al rumbo económico actual y sus consecuencias para La Pampa. Se buscó además atraer el voto K hacia la figura de Ariel Rauschenberger, el precandidato de la "lista de consenso" entre las líneas mayoritarias. El elemento partidario fue central para convocar al elector identificado con el PJ. En el interior militaron los intendentes y en Santa Rosa el despliegue lo hicieron las referencias justicialistas de todas las líneas y tendencias. Hubo diferencias en cómo encarar la campaña en la capital. El marinismo se puso a caminar la calle buscando casa por casa el voto independiente, poniéndole el hombre a la campaña. No fueron los únicos que golpearon puertas. Otros prefirieron reuniones partidarias o con organizaciones y actividades puntuales. Y hubo quienes decidieron "guardarse". Las otras listas apelaron a captar votantes del peronismo de algunos segmentos que se le escapen al oficialismo partidario: uno a los instruidos, otro a los ultra-kirchneristas, un tercero a los descontentos con la dirigencia.

La convivencia territorial
En las calles la campaña fue en buena medida correcta. Los pasacalles repartieron los espacios disponibles unos juntos a otros, al menos hasta el domingo previo a la elección, ya que la última semana hay quienes se ponen un poco más nerviosos, ya sean dirigentes o militantes. Si bien cada tanto estuvo la intención de borrar al rival. Una lista de Cambiemos denunció que en General Pico el municipio había levantado todos sus pasacalles. Fue la misma lista que poco antes había arrasado con los carteles del Frente Progresista y colocado los suyos en esos lugares.

Ese detalle de la "convivencia" territorial también se observó en los discursos de los precandidatos. No hubo cruces, salvo muy elípticos, entre unos y otros. Maquieyra apeló a la confrontación directa con sus dos rivales con los spots pivoteando sobre la palabra Cambiemos, mostrándose como la principal referencia de Macri en La Pampa y a la vez convocando a superar a los dirigentes de la UCR que ocupan cargos desde hace años promoviendo su figura juvenil. Una estrategia frontal pensada para alguien que debía correrla de atrás frente a dos precandidatos conocidos.

Los tres que chocan
La disputa central de estas primarias estará en Cambiemos. De esta manera, el gobierno nacional bajó el apoyo a Maquieyra: el "Colo" Mac Allister se puso al frente de la campaña y figuras nacionales difundieron su apoyo al postulante amarillo. La web fue el canal para intentar revertir los sondeos previos que lo da tercero al precandidato.

Los radicales Francisco Torroba y Martín Berhongaray se disputan el primero lugar, y también quién puede ser la referencia opositora hacia 2019. Ninguno hizo referencia a Macri, intentando despegarse del presidente, si bien de ganar estarán en la boleta que lo tiene como líder. El radicalismo, "al que le gusta más la interna que el dulce de leche", dice al autor un dirigente del PJ, puso todo para esta campaña. Torroba jugó con el conocimiento de su nombre y la referencia que dejó como intendente de Santa Rosa. Entre sus mensajes, estuvo el "vuelve" y la crítica solapada a un gestión municipal errática.

Berhongaray jugó a la "renovación". Apuesta a ganar con la estructura de la intendencia santarroseña y la partidaria. Ni se sonrojan los propios cuando se los compara con los métodos del peronismo que tanto critican. Funcionarios, contratados municipales y empleados del senador Juan Carlos Marino se observaron en el centro santarroseño haciendo proselitismo. Berhongaray apostó todo a la interna radical como principal leit motiv de su campaña, buscando los símbolos identitarios para enfrentar a Torroba y a Maquieyra. En los últimos días se lo vio triunfalista.

Buscando llegar a octubre
El Frente Progresista buscó la identificación con el elector que no se identifica con el justicialismo gobernante, pero está desilusionado y enojado con el gobierno de Macri. Es la interna de la "buena onda", muy distinta a la radical. El socialista Luis Solana y Juan Carlos Passo del Gen estuvieron en días diferentes en una radio castense. Por separado ambos manifestaron que no hay diferencias en lo que piensan cada uno y que la primera sirve para sumar más votos para los dos, gane quien ganase el 13. Sin las estructuras ni los recursos de las otras dos grandes fuerzas que tratan de polarizar en La Pampa, buscan el tercer lugar para ser la referencia progresista y crítica a Macri.

Después estarán el Partido Humanista, el PTS e Izquierda al Frente. ¿Podrán sortear la instancia testimonial? Necesitan algo más de 4.000 votos para pasar las internas y llegar a octubre.

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