Opinión - "22-O: Norcorea, Fonsi y los dos dos mensajes"


Impacto - Por Norberto Asquini - Dos fuerzas, coalicionales en lo electoral y definidas en su proyecto, se enfrentan en La Pampa de cara a las legislativas del 22 de octubre. El PJ y Cambiemos han asumido en este último tramo de campaña dos mensajes bien distintos que apuntan a diferentes sectores de la sociedad.

Sin bombos, con contenido
Vamos primero a la superficie del análisis. Las dos campañas arrancaron mostrando lo que pretendían mostrar. El congreso del PJ del sábado 9 fue y sirvió para la puesta en escena del gobernador Carlos Verna que dio a los suyos la orden de largada hacia el 22-O. Un acto disfrazado de encuentro partidario para explicitar la línea que, personalmente y en detalle, Verna ha marcado para descontarle a Cambiemos la ventaja que sacó en las primarias.

El acto no tuvo bombos, ni identificaciones sectoriales. Pero hubo dos elementos centrales: por un lado el escudo peronista sobre un fondo blanco que uniformiza, ya que la unidad no siempre es posible en el PJ -sino que lo digan marinistas y kirchneristas- a todos los bandos internos detrás de un objetivo. Por el otro, el uso de "La Pampa" como capital simbólico propio. Los audiovisuales lanzados poco después en las redes sociales resaltaron esos puntos: uno fortaleciendo la identidad peronista, de raíces históricas en la provincia frente a la falta de tradición del PRO; el otro la identificación del PJ con La Pampa y la defensa de sus intereses frente a Nación.

Fonsi y Norcorea, tan cerca los dos
Vamos al otro polo. El domingo se conoció el primer spot de campaña del candidato de Cambiemos, Martín Maquieyra, nuevamente viralizado vía Whatsapp. Se lo pudo ver al legislador caminando solo, con una toma de espaldas, recibido por la gente y de fondo una canción de Diego Torres que indica que "lo mejor está por llegar". Casi en tono heroico. "Nosotros tenemos a Luis Fonsi caminando las calles: joven, nuevo y taquillero. Y con el apoyo del Colo y Macri, ¿qué puede salir mal?", analiza y se entusiasma un dirigente del PRO encontrándole el parecido al postulante.

El de Cambiemos es un llamado personal al votante a identificarse con el candidato. No hay intermediarios. El del PJ es una llamada al proyecto colectivo detrás de una figura fuerte como Verna, pero que representa a ese complejo llamado La Pampa peronista.

El gobernador fue tildado esta semana de haber convertido a la provincia en la Corea del Norte argentina por su postura frente a Macri. La risueña comparación partió del columnista Joaquín Morales Solá. Nadie la tomó en serio. Morales Solá dejó hace tiempo de ser un fino observador de la realidad para volcarse a ser un vocero con cierto efectismo en sus metáforas.

En ese marco el mandatario ha bajado el tono de la confrontación y le disputa al macrismo el discurso desde la gestión. La propuesta pública de hacerse cargo de la reparación de la ruta 35 en el Bajo Giuliani fue un mensaje en ese sentido. "Verna se la pasa inaugurando obras que ya estaban hechas o solo hace visitas a frigoríficos", critica un dirigente opositor en ese marco de campaña. Pero cada salida mediática del mandatario es más que una puesta en escena: lo que muestra Verna es lo que se hizo, o se sostuvo, en su gobierno a pesar del rumbo económico poco favorable para la provincia.

Mensajes directos al votante

Vamos a profundizar un poco más. ¿A qué votante se dirigen los mensajes de ambas fuerzas? Hay en los dos polos concepciones políticas enfrentadas, dos campos antagónicos bien diferenciados, y que buscan diferenciarse. El PJ quiere representar el brazo del Estado, el productivo y el que protege a los vulnerables como los jubilados a los que no se les va a tocar la jubilación o los beneficiarios de las tarjetas alimentarias. El freno a un rumbo económico. Cambiemos ha aglutinado a clases medias urbanas, que son críticas al mismo aumento de la tarjeta alimentaria como una prueba del uso del Estado para hacer política -más allá que también lo haga a su manera con alimentos o ATN-. A sectores agropecuarios que intentaron desempolvar la frase "todos somos el campo" para enfrentar al gobernador tras una equívoca frase. O a parte de la sociedad que asocia intencionalmente peronismo provincial con kirchnerismo nacional por confrontar las políticas de Macri y que no quiere regresar al "pasado".

Estas dos sociedades se volcarán en un mes a las urnas para definir cuál es la visión que se impone. Si gana la tendencia actual o la histórica. Los politólogos Miguel De Luca y Andrés Malamud analizaron en un artículo reciente que en las elecciones legislativas, desde 1985, el triunfo de los oficialismos provinciales ha sido la regla nacional, ya que tres cuartas partes de las listas apadrinadas por los gobernadores ganaron la renovación de diputados. Por ahora, no está todo dicho en La Pampa. La votación del 22-O parece de final abierto. (Periodista).-

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