Realicó: El programa "Pro-Verde" cumple hoy 16 años apostando a una conciencia ambiental

Impacto - El programa Pro-Verde de la COPAGUA de Realicó, arriba hoy a sus 16 años de vida. Este programa ambiental abierto, funciona desde 1999, paralelo a la Planta de Tratamiento de Residuos; a través de campañas de prensa y difusión informa los amplios beneficios de contar con tratamiento de residuos urbanos.
"Pro-Verde, insta permanentemente a los generadores, a la separación de los residuos en origen, en tres fracciones: bolsa verde para orgánicos, blanca para inorgánicos y roja para patológicos y/o peligrosos.

Esta herramienta de concientización, interactúa con empresas, instituciones intermedias sean de bien público, de comunicación, de salud e instituciones educativas locales y de toda la zona, visitando aulas, participando de eventos y proyectos alusivos a la protección ambiental, y recibiendo en Planta visitas de alumnos y docentes abordando currículas referidas a higiene, salud, procesos productivos, lombricultura o gestión integral del ambiente", dicen desde la institución, agregando que "la gestión del ambiente, es la que más necesita de políticas públicas locales y participativas, es decir de alianzas entre la sociedad civil y sus gobiernos; y obrada, en este caso por una organización no gubernamental prestadora de servicios, garantiza la orientación de desarrollos con equidad social, diversidad cultural y sostenibilidad; ante desajustes económicos, financieros y culturales, la economía social ofrece herramientas de gestión solidaria que allanan el camino para la educación ambiental".
"La experiencia nos indica que la motivación y presencia de este programa Pro-Verde de concientización, debe ser permanente, promoviendo y dando a conocer acciones y logros concretos de nuestro cotidiano local, fortaleciendo así el criterio preventivo de anticiparnos a potenciales conflictos urbanos, derivados del mal uso y gestión del ambiente", sostienen y manifiestan además que "un proceso de educación no formal que coincide con el formal, que involucra a educandos y comunidad, vuelve tangible la educación ambiental, siendo ésta la clave para introducir conceptos ecológicos, hoy indispensables, para la nueva cultura de la sostenibilidad".
RESIDUOS
En Realicó, la Cooperativa de Servicios Públicos recolecta los residuos separados en origen. Sostienen desde la Copagua, que gran parte del trabajo pasa por modificar las pautas culturales de consumo para reducir y reutilizar lo que se descarta como basura.

Unas 12 toneladas diarias de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) son dispuestas en la planta de tratamiento municipal que gestiona y administra la Cooperativa de Servicios Públicos Realicó (Copagua).

Como concesionaria de la recolección de residuos desde hace 16 años, la Copagua recauda la tasa por el servicio y vende los materiales que se generan a partir de la recolección diferencia en origen. Esto es, nada más y nada menos, que la separación de la basura en cada uno de los hogares de Realicó. Es también, desde siempre, el principal desafío: que la gente incorpore hábitos más amigables con el medioambiente y la sanidad. Pero, principalmente, que pueda reflexionar sobre sus propios consumos, a partir de la basura que genera.

“La gente sabe que tiene que separar. Hay momentos que lo hace con mayor conciencia, otros no tanto. Pero no tenemos como sancionar eso”, explica Susana Rinaudi, presidente de la Copagua.
La contrapartida es la difusión y la información. “Por suerte, las escuelas colaboran mucho”, dice. “Los chicos visitan la planta de disposición final y abordan en las aulas temas relacionados con la higiene, la salud y la gestión integral del ambiente”.

A través del programa Educación ProVerde, se intenta mantener informados a los vecinos sobre el volumen de material recuperado y vendido en la planta de tratamiento para generar mayor compromiso.



¿Cómo funciona?

El servicio de RSU recoge la basura dividida en origen e identificada como: orgánica, inorgánica y patógenos. “En un momento, se resolvió usar para cada tipo de residuo una bolsa de diferente color (verde, blanco y rojo), pero esto terminó teniendo un alto costo para la gente. La consecuencia fue la no clasificación. Se resolvió, entonces, separar en origen identificando con algo la bolsa y sobre todo si se trata de residuos patógenos, etiquetarlos con rojo para la seguridad de las personas que trabajan en la planta”, cuenta la titular de Copagua.

Por otro lado, a los establecimientos que generan con frecuencia residuos peligrosos (clínicas, vacunatorios, veterinarias) se les exige una bolsa especial roja que entrega la propia cooperativa y tienen días de recolección determinados.

En la Planta de Tratamiento de RSU se produce lombricompuesto con los residuos orgánicos y se vende en la propia cooperativa. Lo inorgánico se clasifica en papel, cartón, aluminio, plásticos, etc. Aquellos materiales que se consideran descartables, se compactan y enfardan para tener como destino final un predio alejado del ejido urbano donde se deposita en cavas. En algunas ocasiones también se utiliza como relleno.

Según la propia cooperativa, la decisión de llevar los descartables a este lugar aparece como solución en el año 2004. Previo a esto, los residuos sin valor se dejaban en una vieja cantera municipal provocando diversos problemas ambientales, cirujeo y hasta incendios ocasionales, entre otros problemas sanitarios.

Las pilas y las baterías se recogen de los “baldes pileros” que están distribuidos en diversos puntos de la ciudad. La cooperativa finalmente las dispone en bidones que contenían agroquímicos y las entierra en bloques de hormigón.

En todos estos años de gestión cooperativa, el compromiso y la participación de los vecinos ha ido oscilando. “Esto nos hace pensar que la información permanente, la trasparencia en la gestión y la educación ambiental son los pilares para fortalecer la gestión”, concluyen desde la entidad.


Reconocimiento internacional

En estos casi 16 años, la Copagua ha llevado su modelo de gestión de RSU a diversos espacios difundiendo la experiencia. Tal es así, que están entre las pocas cooperativas argentinas que adhiere al Pacto Verde Cooperativo de Cooperativa Américas (ex ACI Américas).

“Nuestro trabajo del reciclado tiene una alta consideración internacional. En una visita de empresarios chinos a una planta de acopio de cereales de Realicó, premiaron a la cooperativa con 25 mil pesos por su tarea. Esto permitió comprar las composteras que se repartieron en las escuelas para que los chicos llevaran esta idea a su casa”, explica Susana Rinaudi.

"Realicó va tomando conciencia en el cuidado del medio ambiente", dijo Marina Arroyo

"La gestión esta mucho mas grande, con muchos frentes para asumir y se está tratando de ir haciéndolo lo mejor posible cada día, han dejado de haber micro-basureros que antes eran muchos en distintos lugares de la localidad", le dijo a IMPACTO Marina Arroyo, responsable del Pro-Verde, agregando que "Realicó está tomando conciencia del trabajo que se hace, pero además de sus responsabilidades en cuanto al cuidado del medio ambiente, hemos crecido en esto".

Además dijo que "ya lo tenemos incorporado como un derecho cotidiano a este gran avance, pero esto es un esfuerzo que debe ser sostenido entre todos y no solo solo se sostiene con el apoyo de la tasa del vecino, además está subsidiado, porque el vecino con su tasa paga un 60% del servicio, otra parte la subsidia el Municipio y otro porcentaje con lo que se recauda con la venta de los materiales recuperados y con trabajos que se realizan desde la entidad".

Por último dijo que "el trabajo está, nosotros invitamos a la gente a que se acerque a la Planta y vea el esfuerzo que se hace, hasta lo que es descartes recibe un tratamiento en la Planta, ahorrando hasta un 60% del espacio que estos residuos generan y que no tienen ningún valor de venta, pero además lo que mas intentamos es generar una conciencia social en cuanto a la cuestión ambiental, sobre todo con el contacto directo con docentes y alumnos de los distintos establecimientos educativos e instituciones".

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