A su paso por Realicó se cruza con la nacional N° 188 dando origen a un muy importante y peligroso cruce; pero, qué antecedentes históricos tenemos registrados de este camino que alguna vez, en parte de su extensión, fue transitado por aguerridos ranqueles, sufridos soldados de frontera y audaces viajeros que tal vez abrevaron en las turbias aguas de la laguna de Thenél (Trenel).
Tengo en mi archivo un muy interesante testimonio que nos dejara –hace más de cincuenta años- el Sr. Antonio E. Acosta Pereira, que fue uno de los primeros pobladores de la actual localidad de Maisonnave, donde al fundarse ésta oficialmente, el 9 de julio de 1906, dijera el discurso inaugural en la Plaza Pública. También fue, por muchos años, el principal amigo y colaborador de don Tomás L. Mullally y acompañó a éste en la fundación de Realicó el 2 de marzo de 1907, siendo además, y en diversos períodos, Juez de Paz de nuestra localidad.
El pormenorizado informe histórico que hace Acosta Pereira de cómo se fueron gestando muchos logros de los pioneros realiquenses, hace también una mención al proyecto de un camino principal que, en cierta forma, es lo que sería la raíz histórica del posterior trazado de la actual ruta nacional N° 35.
Acosta Pereira en su escrito –y refiriéndose al fundador de Realicó, don Tomás L. Mullally-, dice:
“(...) Él, como yo, que fui desde el primer día que fundó el pueblo, su primer convecino, confidente, íntimo amigo y más eficaz colaborador, sabíamos perfectamente que nuestros sueños y ansias podrían realizarse, porque REALICÓ era y sería como nosotros lo veíamos en nuestros sueños, la más grande e importante plaza fuerte, ciudad llave futura de la defensa militar de la República, por estar ubicada en el centro geográfico de todo el país y en el nudo y riñón más estratégico de todo el sistema ferroviario del mismo, de trocha ancha; tan convencidos estábamos de ello que ideamos, y yo fui el encargado de estudiarlo, llevándolo a la práctica, el trazado de un camino que denominamos “Ganadero y Militar”, de 50 metros de ancho, que partiendo de Realicó (segundo paso a nivel 0este de la estación) iba en línea recta hasta Río Cuarto (Córdoba) hacia el Norte, y también en línea recta hacia el Sud, llegaba hasta Epupel (Pampa) pasando por Santa Rosa, capital de La Pampa. Después que hice este recorrido, en 15 días, y de recoger todos los datos que me eran precisos, gracias a la ayuda económica y buenos medios de movilidad a sangre que el Sr. Mullally me facilitó, confeccioné un plano, que resultó muy bueno y exacto, el cual a instancias del entonces Secretario de la Gobernación, durante la administración del gran Gobernador, hoy extinto, señor Felipe Centeno, el Dr. Antonio S. Amallo, interinamente a cargo de la gobernación, fue elevado a estudio del Ministerio del Interior, quien le dio a nuestra iniciativa y al estudio y plano acompañado, toda la importancia que tenía; durante mucho tiempo estuvo en exhibición ( esta obra de este modesto Juez de Paz de La Pampa, como yo era entonces), en la oficina de Censos y Territorios, cuyo jefe era el distinguido amigo Sr. Cayetano C. Ripoll: luego, por orden del Sr. Ministro pasó a la de Puentes y Caminos, para que proyectara y presupuestara su construcción; después pasaron los años, hasta que la actual Dirección General de Vialidad, seguramente habrán pasado los antecedentes de ese proyecto a ella, hoy ha convertido en realidad lo que nos pareció un sueño, la actual ruta N° 35 de 100 metros de ancho, y la más estratégica de todas las trazadas hasta el presente por esa nueva repartición y pasando por los mismos puntos señalados, con muy pequeñas variantes (...)”. (1)
Hoy, cuando la transitamos en confortables vehículos automotores y sobre un aceptable pavimento, tal vez no lleguemos a dimensionar en toda su magnitud la formidable empresa de aquel pionero de La Pampa que fue don Antonio E. Acosta Pereira, quien, posiblemente en alguna volanta de la época y por caminos casi vírgenes, fue abriendo las huellas del progreso y plantando la raíz de ese tronco vigoroso que es hoy la ruta nacional N° 35, por donde transita gran parte de la riqueza de nuestro bendito país.
A ese esforzado pionero entonces, nuestro cálido recuerdo.
Ref.: (1) El Sr. Antonio E. Acosta Pereira no menciona en su testimonio la fecha del sacrificado viaje realizado por él pero, deberíamos enmarcarlo dentro del período: 2/3/1907, fecha de la fundación de Realicó, y 4/9/1917, fecha de finalización del mandato del gobernador Sr. Felipe González, en el cual prestó funciones como secretario de la gobernación el Dr. Antonio S. Amallo.
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