"QUE REALICO QUEREMOS": EN LOS 50 AÑOS DE LA ESCUELA DE COMERCIO - POR GLADYS SAGO

Impacto - Ampliar y elevar la conciencia es un motivo sustancial para abocarse a adquirir conocimientos. Capacitarse y lograr un título que vuelva apto para iniciar el camino laboral, propone recorrer una instancia que suele darse –por suerte-en distintas etapas de la vida;aunque el tramo donde para la mayoría de los adolescentes las responsabilidades cívicas o personales no coinciden siempre con las educativas, implica un tiempo paralelo de goce y diversión compartida con compañeros y compañeras.
Ese sin duda es el que se corresponde con la escuela secundaria(que por obra y gracias de las nuevas leyes retoma su condiciòn).
En épocas territorianas, diversos intentos incentivaron la inscripción de jóvenes con inquietudes que no podían trasladarse a otras localidades donde se impartian estudios secundarios. Al filo de la provincializaciòn, en 1952,el gobierno nacional habia votado para Realicò -con partida de fondos incluida- una escuela secundaria normal-nacional que con un para de años mas otorgaba tambien un titulo industrial, que por razones inexplicables nunca se concretó su creación. En 1958 hubo otra propuesta que quedo trunca; en ambos casos se dictaron clases en la Biblioteca Popular Pte. Avellaneda y en el salon de la esquina de Av. Mullally y Sarmiento que pertenecía a la Asociación Española.
Por fin, después de que una comisiòn de vecinos trabajara en las gestiones pertinentes e inscribiera a los posibles alumnos, el 22 de agosto de 1960 el gobernador de La Pampa Ismael Amit, fucionarios, legisladores y autoridades de Naciòn dejaron inaugurada en un acto realizado frente a la vieja sede de España 1372, donde hoy funciona la Escuela Laboral N14,la-por entonces-Escuela Nacional de Comercio. El establecimiento cubriría una carencia local y de una amplia zona que incluia a las localidades de Adolfo Van Praet, Maisonnave, Cnel. Hilario Lagos, Parera, Quetrequen, Rancul, Falucho y Alta Italia y la zona rural.
Con una matrícula de 41 alumnos se abrio el primer año que conto con un cuerpo de profesores integrado por docentes y profesionales encabezados por la rectora Elba Gil Bicella.
En 1964,con los primeros egresados, se marca una etapa de afirmación para la Escuela que invitaba a volver a gestionar, para tener el edificio propio y acorde a las necesidades educativas que se incrementaban a medida que se ampliaba la cantidad de alumnos. Esa Primera Promoción estaba integrada por Jorge Mario Ale, Mario Enrique Alvarez, Adolfo Luis Capellino, Raúl Antonio Cantarella, Horacio Angel Zubeldía, Griselda Yolanda Bertinat, Lidia Bibiana Candal, María Luisa Gila, Diana Eleonor Soto, Carlos Salvador Ale, Hugo Omar Albelo, Juan Carlos Ponzio, Ricardo Mario Basterra.
Pareciera que el aprendizaje con todas sus connotaciones(la calidez del encuentro diario con los compañeros, la incertidumbre de recibir la nota, los profesores referentes y los que no dejan huella, los caminos que se bifurcan en vocaciones perdidas o en logros inconmensurables para la envergadura de un pueblo)no se amedrenta por el frío del invierno; porque las fechas claves para la Escuela de Comercio pertenecen al mes de agosto. Fue precisamente el 26 de agosto de 1972,ante todo el alumnado y cuerpo docente, vecinos y autoridades, cuando se coloco la piedra basal del nuevo edificio de Av. Mullally 1925.
En el transcurso hasta el 19 de agosto de 1980 -cuando otra vez la comunidad educativa compartió con los vecinos y las autoridades locales, provinciales y nacionales el acto de inauguración del flamante edificio- los alumnos de la escuela que otorgaba el titulo de Perito Mercantil comenzaron a tener presencia en campeonatos interescolares, en justas del saber, en feria de ciencias, en certamenes de cooperativismo, de dibujo, en encuentros corales y en obras de teatro que varios profesores supieron dirigir y alentar como actividades.
Distintas politicas educativas diseñaron currículas a las que la Escuela tuvo que adaptarse; a la vez que los cambios sociales insuflaron una nueva manera de impartir la enseñanza, con el aporte de profesionales idóneos para cada área como apoyo a quienes dictan las materias. El cometido se cumple más alla de los avatares lógicos que surgen en un espacio que supera una matricula de 200 alumnos y que con motivo de la celebraciòn recibió aportes para hacer arreglos edilicios como el cableado eléctrico, en techos y la instalaciòn de un montacarga-ascensor, ya que consta de un primer piso donde tambien se coloco Internet, aunque algunos inconvenientes por interferencias no permiten usarla todavía.
Pero el mayor mérito que supo atesorar la Escuela de Comercio excede el ámbito educativo, para colocarla como un punto de inflexión en una comunidad demasiado estructurada, con reminiscencias de mandatos familiares y sociales estrictos, que la herencia inmigrante habia instalado. La condiciòn de mixta, puso en la escuela un plano de igualdad para chicas y chicos que despuntaban la adolescencia todavía con cierta ingenuidad y propuso lazos de amistad, encuentros conjuntos y una interrelaciòn que perdura, mas alla de la mirada de los otros.
Por todo eso, es bueno celebrar estos 50 Años que ayudaron a crecer.

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