Impacto - Realmente la actitud de algunas personas resulta inentendible. Inexplicable. Hemos publicado en numerosas ocasiones hechos similares en nuestro sitio o nos hemos ocupado en nuestra emisora de destacar situaciones desagradables de este tipo, incluso ocurridas en el mismo lugar. ¿Quién puede divertirse dañando lo que le pertenece?. Nadie encuentra una respuesta lógica. Los espacios públicos nos pertenecen. Y de manera constante aparecen dañados, destrozados, generando no solo impotencia, sino además molestia y nuevos gastos económicos para dejar los sitios dañados en perfectas condiciones y que luego vuelvan a ser dañados. Doloroso.
Ahora le tocó al monumento de "Hipólito Irigoyen", que sufrió escritos vergonzosos, al igual que una placa recordatoria del primer aniversario del fallecimiento del ex presidente Raúl Alfonsín. Además los vándalos se robaron una placa que se encontraba en el busto de Irigoyen, ubicado en el centro de la plaza céntrica realiquense.
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