"Qué Realicò Queremos": Pertenecer, esa insólita dualidad interior... Realicó en el Día de La Pampa

Impacto - Por Gladys Sago - Quedo instituido el 16 de octubre como Día de La Pampa, tras el decreto acuerdo del 14 de mayo de 1968 dictado por el gobierno del Contralmirante Elvio N.  Guozden, de acuerdo a la iniciativa del Centro de Residentes Pampeanos de la Ciudad de Buenos aires, que propuso una fecha que no tuviera connotaciones controvertidas tanto internas como politicas. El 16 de octubre de 1884 se promulgo la Ley 1532 de Territorios Nacionales que definió el perfil del por entonces Territorio Nacional de la Pampa Central.
En el artículo 2º del decreto, se señala que los organismos de educación, cultura y difusión y los colegios organizaran festejos e impartirán clases sobre temas de historia, geografía y otros aspectos de la realidad pampeana, realizarán un acto en la última hora de clase del mismo día 16;otros actos no escolares deberán realizarse el domingo inmediato posterior.  En este octubre de 2012, la curiosidad no pudo ser satisfecha. No trascendió-al menos públicamente en el orden local-que se hayan realizado festejos o clases especiales -salvo la próxima entrega de los Premios Tomas Mullally que otorga el Concejo Deliberante a vecinos destacados, encuadrada en ese contexto- de una fecha que supone movilizar los sentimientos más profundos de todos los pampeanos. Memorar evoca épocas en las que se concursaban murales; actos con la presencia del gobernador de turno; justas del saber para alumnos de escuelas y colegios(hasta habia que estudiar los nombres de todo el Gabinete Provincial y local, de la Camara de Diputados y del Superior Tribunal de Justicia y las fechas fundacionales de los pueblos);certamenes libres para todos los vecinos de toda edad que debían responder cuestionarios con preguntas sobre La Pampa y la localidad.
En Realicó, en el día de La Pampa aflora un viejo síndrome que ataca a todos por igual; es el de Pertenecer, esa insólita dualidad interior que lo aqueja desde hace décadas. Antiguos aires de soberbia que quedaron como legado familiar y social lo colocan en una situación de inexplicable resistencia;una circunstancia bastante incómoda a la hora de confraternizar con sus vecinos de la zona y con el resto de los comprovincianos, que plantados en su prosapia obtienen beneficios que se postergan por estos lares, donde sobrevuela un profundo desconocimiento hasta de los propios logros individuales; en una cotidiana rutina de secretos develados entre dientes, que invita a obviar al otro, a no acompañarlo y que hace perder continuidad a cada emprendimiento.
Será porque entre proyectos abortados y desvelos se impone cierta distancia.Será que el temor a otro desengaño marcó a fuego lo que las apariencias invitan a aceptar, mientras se alejan los sueños.Será que se perdió el ímpetu institucional de discutir y pelear por lo que corresponde, pero con fuerzas parejas con dirigentes empapados de cada tema. Siempre se buscó como diagnóstico profano, señalar síntomas como el pudor, el prejuicio, el miedo a que las palabras trasciendan; la falta de compromiso personal. Pero se desvanecen los argumentos, porque negar la propia tierra es como negar la sangre.
Y no es algo menor.Todas las acciones de sus mujeres y hombres se basan en esa
condición que respalda inquietudes, decisiones, demandas; que hace reconocer los
referentes naturales o los elegidos. Es que no se puede amar ni defender lo que no
se conoce; y mucho menos reclamar por los derechos.Si se desconoce la historia o
la geografía se puede recurrir a los textos. Evadir la realidad, invoca displicencia
en la vida ciudadana y es en esa ambigüedad donde se pierde la perspectiva.  Una negociación tiene como fin generar beneficios; es un proceso donde las partes resuelven conflictos, acuerdan, buscan ventajas individuales y/o colectivas, procuran obtener resultados que sirvan a sus intereses y contemplan formas de resolución alternativa de conflictos o situaciones.Surge,entonces, otro interrogante; cuando un realiquense debe negociar en nombre de la comunidad o apoyar esa negociación, cómo actúa hoy, aquí, ahora, si ignora la realidad que excede el éjido urbano?.
Ejemplos que obligan a reflexionar sobran. Mientras los jóvenes de esta localidad reciben charlas preventivas, en un allanamiento rescataron en la madrugada del sábado pasado a seis mujeres que eran obligadas a ejercer la prostitución en la localidad de La Adela,en el sur provincial. Hubo un detenido, acusado del delito de trata de persona.(Realicó no tiene prostíbulos visibles ni cabarets, pero tiene infinidad de bellas adolescentes que se pierden entre los vahos del alcohol y pueden ser seducidas en cualquier madrugada, para desaparecer de un pueblo limítrofe con rutas y caminos que facilitan la huida).Otra noticia da cuenta que en General Alvear, Mendoza, juntan firmas contra el acuerdo con La Pampa y el Concejo Deliberante votó por unanimidad rechazar el acuerdo por las aguas del Atuel,cuya falta ya dejo desierto el Oeste pampeano; suscribieron ese acta, funcionarios municipales, algunos concejales y tres diputados provinciales de distintos signos polìticos.(Esa es una comuna que conforma junto con nuestro municipio el consorcio ferroviario Unión Pacífico).
No son sólo noticias.Son hechos concretos que ocurren,nos afectan, nos involucran.  Pensar estas fechas con tono nostalgioso, tiene el noble propósito de hacer que las emociones busquen repiquetear en el alma, para conjurar las penas, para que las ausencias regresen en el recuerdo y duelan menos. Para desgranar algun poema.  Pero no resulta un consuelo entender los fracasos, para negarlos; ni vivir ajenos a la raigambre que por heredad nos dio como sino La Pampa.  Hay que convencerse de que será imposible trascender si no somos parte del todo.

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