"Qué Realicò Queremos": Reflexiones sobre la (in)comunicación

Impacto - Por Gladys Sago - Disculpas. Esa es la palabra inicial dirigida a los suscriptores de LA VOZ DE REALICO que
recibieron con intermitencia el periódico durante los últimos meses. Algunos que llamaron oportunamente fueron receptores de explicaciones y precisamente, de disculpas, sobre todo basadas en el desconocimiento de la situación. Hubo en el correr de los días, reiterados robos de periódicos, avisos a la policía que no pudo

actuar porque los delincuentes era(son)menores que después los tiran o suelen venderlos en la Terminal de Ómnibus  frente al Hospital o a alguna persona que dice no saber que sólo se vende por suscripción y en un kiosco céntrico. Los que no lo reciben y no llaman, aducen que actúan así para “no molestar”; pero reclaman la publicación varios días después o comentan con los vecinos-varios de los cuales atestiguaron que les alcanzaron en determinado momento parte del diario que se había volado por el viento-en lugar de reclamar en tiempo y forma donde corresponde.
Por supuesto que puede haber olvidos. Por supuesto que en el apuro, recordar en
qué preciso lugar quiere cada uno que dejen el periódico puede llevar a equívocos;
pero quien reparte la publicación semanal es el mismo empleado que oficia de
cobrador,que todos conocen y tratan y al que mientras la mujer de la casa le paga
el recibo mensual y manda saludos para la directora sin decir una sola palabra al
respecto, el marido amenaza con borrarse porque ”no le llega”; de eso se infiere
que tampoco debe haber mucha comunicación interna en esas casas, porque es
imposible saber si los suscriptores-fieles la mayoría y por décadas muchos de ellos-
reciben la hoja impresa en fecha, si no se comunica a LA VOZ DE REALICO la
falta.
Ademas, se supone que no se hace adrede, porque, qué negocio funciona si hay que
entregar dos productos por persona?, porque al que se le deja el periódico y llama
que no lo tiene, se le manda otro.
Resulta una cuestión ineludible para una sociedad como la de Realicó, generar
pequeños gestos de comunicación que hagan deponer prejuicios y pudores que
atentan, por lo insignificantes como en este caso, contra la buena convivencia.
Es mucho más fácil hablar a tiempo, decir y preguntar lo que corresponde
y no lo obvio o lo solapadamente malintencionado-como si el periódico sigue
publicándose- en un ámbito donde todo trasciende; porque hubo etapas(no tan
lejanas) que se suscitaron algunas actitudes adversas que sumaron opiniones
diversas no sólo desde lo personal o individual –donde se presentó tambien la
paradoja de que unos cuantos elogios por las notas editoriales, provinieron y
provienen de personas que leen el periódico, pero nunca fueron suscriptores -sino-
y eso es lo grave-desde lo institucional; espacios siempre permeables en un pueblo
que, por suerte, todavía mantiene vigente resabios de dignidad, desde donde nadie
se atreve a malherir con ese dejo de soberbia que pervive desde lejanas épocas.
Por eso no es casual que una de las instituciones madres,dejara hace más de un
año de pagar el periódico(el único local)por “razones presupuestarias”,cuando
se publica información que le compete(por supuesto sin cargo) y sus dirigentes
deberían saber que el Compre Realicó no se pregona, se practica. Claro, que
en un esfuerzo extraordinario desde esta redacción se continuó con el envío del
periódico con la esperanza de que el 2013 les haga reveer la medida y se avengan a
desembolsar la cuota.

Entre miserias y desventuras, si no fuera por la intención que se adivina detrás de
ciertas actitudes de minimizar la presencia social del otro, como si Carlos Marx
dictara los textos para demostrar que Realicó es un baluarte de la lucha de clases;
se tornarían más en un rasgo de humor,las pretensiones de grandeza que ostentan
los que acceden a ciertos cargos representativos, que con una retórica que nunca
da respuestas, tratan de disimular su ignorancia con rostro adusto cuando hablan
y reiteran ideas y propuestas que infinidad de veces se plantearon en la localidad y
hasta se llevaron oportunamente a cabo.
Despues de tantos augurios; despues de tantas burbujas trasnochadas, con prolija
cotidianeidad, aparecen las mismas actitudes de siempre, incapaces de modificar
una realidad que retrotrae a persianas donde el juego de las mirillas le hacía el
juego a las miradas ocultas. Testimonios de un rígido pasado que perdura en
los signos que pretenden aparecer como absolutos, con una sucesión de claves
que pueden ser descubiertas para romper corazas y ablandar corazones y de la
incapacidad de acometer algun sueño, de esos que se sueñan despiertos.
Cuánto puede tardarse en avisar(lo que sea).Cuánto en acordar otros modos de
interactuar desde la empatía,para saber que piensa el otro. Cómo olvidar que en el
inventario local estamos todos; absolutamente todos. Con atuendos y marcas, con
dolores y penas, con algarabía sosegada, con la idea de la supervivencia, con una
genealogía que cruzó mares y se asentó por La Pampa con la misma prepotencia
de ahora, pero con otros objetivos, los de forjar un pueblo.
Hay umbrales infranqueables; y son los del alma. Cuando la mirada es furtiva y no
de frente; cuando la mano no aprieta; cuando la palmada en la espalda se resbala;
el contacto se vuelve vago, superficial y nunca más se pueden percibir las voces,
aquellas otras voces que ayudarían mucho a develar el íntimo sentido gregario del
hombre. En esa herencia esta guardada la alegría. Realicó jamás sabrá lo que se
pierde si no la recupera y vuelve a enamorarse de sí mismo. Como los amantes,
debería dejar de lado los rumores y la vergüenza y empezar a retozar con más
libertad.
G. S.

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