Como muchos de sus pares de distintas ideoligías-el intendente Facundo Sola de Realicó fue uno de los primeros en poner ya hace un par de años, ese item como similar al fondo sojero- el jefe comunal aguarda la promulgación definitiva de la ley para empezar a trabajar en proyectos demorados por falta de recursos.
La sanción de la Ley de Regalías le trajo aparejado al gobernador Oscar Mario Jorge, tener que “negociar” algunos cambios a la norma junto a un grupo de diputados oficialistas; entre otros aspectos, qué porcentaje del monto total que reciba cada municipio será de libre disponibilidad; porque por ahora, la ley dice que el setenta por ciento deberá destinarse a obras públicas y el treinta por ciento restante será de libre disponibilidad.
Es inevitable poner la situación en parangón con los mas de 1.000 millones de pesos que Nación debe a La Pampa. La Provincia, una de las pocas que no tiene deudas con el Gobierno central y autofinanció obras públicas en espera de su recupero;no obtuvo beneficios como otros Estados provinciales que refinanciaron sus déficit. La tan mentada política de descentralización que se anunciara infinidad de veces, queda en mera declamación discursiva sobre un sistema establecido desde el primer articulo de la Constitución Nacional:”La Nación Argentina adopta para su Gobierno el sistema representativo, republicano y federal”.
Cada uno de los funcionarios que estuvieron en los últimos años en Realicó-y deben haber repetido el mismo argumento en cada encuentro con intendentes y comunidades que visitaron, igual que los representantes de Nación que llegan a la Provincia-hicieron hincapié en la necesidad de fortalecer el municipalismo, porque consideraban que cada sociedad conoce las necesidades de su población y genera anticuerpos para contrarrestar circunstancias adversas.
Estan los ejemplos de la Mesa de Gestión Social, que en esta localidad no tiene el resultado que en apariencias(según las informaciones que trascienden)produce en otros pueblos, ya que las entidades intermedias que la conforman pueden sugerir desde su lugar, pero carecen de decisión política a la hora de tomar medidas concretas y deben atenerse a las resoluciones oficiales;tampoco tienen, mas alla del criterio particular de sus miembros, personas capacitadas en todos los temas de carácter social que alli se plantean, por lo que las opiniones se conciben estrictamente desde lo personal y no desde el ámbito institucional colegiado.
Otros son los relacionados con las adicciones y la delincuencia juvenil. Se puede colegir que tipo de sociedad espera el ciudadano; pero son las politicas públicas las que establecen pautas y tiene recursos humanos y económicos aptos para aplicarlas.Desde las escuelas y colegios, desde los clubes y las organizaciones sociales sólo se pueden aplicar en forma efectiva planes de prevención y contar con
docentes o profesionales que sepan detectar conductas y códigos interpersonales que son los que promueven estas frágiles relaciones etarias. Pero descubrir las motivaciones que llevan a ingerir drogas o a cometer hechos delictivos, compete a profesionales idóneos, a centros de salud con respaldo y a la policía, con la consecuente actuación de la justicia.
Tambien la ”bajada de línea” en lo que compete a cultura, atentó oportunamente por un lado contra la posible autocrítica ciudadana y por otro,la complacencia,con el pretexto de“no discriminar”,produjo un ”vale todo” que perturbó la enseñanza de vieja escuela de que la representatividad la merece quien se prepara para ello, (aunque cada uno disfrute a su manera de lo que practica o despliega como vocación)y al priorizar,permitió quitarle jerarquía cuando se votan partidas.
Advertir que el desarrollo pasa por tener independencia en las decisiones, conlleva reconocer que al cabo del tiempo el sentimiento de impotencia se convierte en algo inobjetable y ninguna evaluación de objetivos posibles, ninguna propuesta de crecimiento podrá borrar la línea imaginaria plagada de obsecuencia, que impele a los respectivos gobernantes locales a actuar como sus referentes provinciales para obtener algún resultado favorable. Esa suerte de obediencia absoluta, cuando se hace hábito, condena polìticamente al que se rebela y castiga a los pueblos.
En Realicó sobran referencias similares a otros pueblos, de postergaciones y de obras no resueltas porque los fondos no llegaron a tiempo o porque “alguien” sugirió que no deberían sumarse a las arcas municipales. Contar, como pretenden muchos intendentes,con fondos libres de disponibilidad, presentará otro panorama local donde se podrá avanzar en proyectos, planes, ideas, que no queden en una tesitura potencial y se concreten. Cumplir con el proceso de desarrollo, de extender todo lo factible para el progreso, avala el trabajo que los mandatarios deben realizar a traves de sus investiduras, por la dimensión histórica que le insufla; actualizarlo es volcar en la experiencia cotidiana de sus habitantes, el axioma fundacional de conformar un pueblo, definir su perfil e insertarlo en el mundo.
Pero entre lo que pudo ser y lo que es; entre este presente diletante y la perspectiva que se presenta, la clave es ser, a pesar de todo(y del año electoral)insobornable, con sentido federal.
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