La información fue confirmada ayer por el jefe de la Unidad Regional II de Policía, comisario mayor Carlos Chico, quien además reveló que aún continúan los estudios y es muy probable que en las próximas horas enviarán las huellas digitales al Registro Nacional de las Personas (ReNAPer) y al AFIS (Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares), para intentar su identificación.
De todos modos, el jefe policial no descartó que el joven, de alrededor de 25 años, haya sufrido una muerte violenta. “En esta etapa de la investigación no podemos descartar nada, debemos seguir todas las hipótesis”, explicó Chico.
Contó que el grado de descomposición que presentaba el cuerpo “hace que sólo se pueda hacer un análisis acabado de las partes óseas. Allí no se ve que haya recibido disparos de arma de fuego o golpes, más allá de una fractura de fémur en la cual oportunamente se le colocaron dos clavos”.
Reconoció que en La Pampa “este tipo de situaciones no es frecuente, pero sí en lugares muchos más poblados, en las grandes ciudades, donde suelen aparecer cuerpos que no son reclamados por nadie”.
Entrando en el terreno de las hipótesis, Chico explicó que una de las posibilidades es que el deceso se haya producido por causas naturales y que el joven haya sido un trabajador “golondrina”, posiblemente indocumentado, que ante la situación fue abandonado entre los pastizales por sus compañeros, con el fin de evitar realizar los correspondientes trámites y tener que dar explicaciones ante las autoridades. Esta alternativa está sustentada además en que esa ruta es muy utilizada por caravanas integradas por equipos que realizan tareas rurales, muchas veces con gente que proviene de otras provincias. La nota completa en la edición de hoy martes 20 de Agosto en el diario LA REFORMA.
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