Con un marco multitudinario y la presencia del Obispo: La Parroquia realiquense, celebró el día de la Sagrada Familia

Impacto - El nuevo Obispo de la provincia de La Pampa, Raúl Martín, arribó el sábado a Realicó, para conocer a la comunidad católica realiquense, pero además para compartir la celebración de la "Sagrada Familia". Martín fue el encargado de dirigir la Santa Misa, que se dio al aire libre, en plena Avenida Mullally, bajo un marco multitudinario. Posteriormente, saludó a una gran cantidad de vecinos, que se acercaron a darle la bienvenida al Obispo.
El Padre Juan Carlos Cipolla, de la Parroquia local, sostuvo en diálogo con IMPACTO que "celebramos el día de la Sagrada Familia y es un gran honor para nosotros contar con la presencia de nuestro Obispo, quien llega para celebrar este importante momento, pero además para conocer a nuestra comunidad".
PESEBRE 
Luego de celebrarse la Santa Misa afuera, frente a la parroquia, se presentó el Pesebre Viviente, del que participaron numerosos jóvenes y niños de la localidad.
Mientras que para finalizar, se realizó el Festival de la Canción, con artistas locales que cantaron canciones con letras positivas y llenas de buenas intenciones, como también música a pleno ritmo, que hicieron cantar y hacer palmas a los presentes.
"JORNADA ESPECIAL"
El sacerdote Cipolla indicó que "nosotros queremos que se viva esta jornada de manera especial, que celebremos como hermanos, no importa el credo, todos estaban invitados, por eso es muy lindo ver que todos puedan disfrutar de un lindo momento".
El Obispo Martín, dialogó con IMPACTO y se mostró muy contento con la celebración de la que participó.
"Realmente me voy muy contento, porque ha sido un momento valioso, lindo, en el que vi a toda la familia disfrutar con mucha alegría".
NIÑO CON LA MITRA DEL OBISPO

De hecho, el nuevo Obispo pampeano, se quedó hasta el final del festejo, que fue por las 03:00 de la madrugada ya del domingo. A un niño que se le acercó a saludarlo y que le pidió la mitra, para ponérsela, Martín se la dio, por lo que el pequeño andaba felíz recorriendo el lugar con esa especie de gorro de punta, que lleva el Obispo como parte de su vestimenta.