"Qué Realicó Queremos" - Propósito de Año Nuevo: Memorar de vez en cuando

Impacto - Por Gladys Sago - Se procuraba que los hábitos festivos perduraran.Cada familia dejaba como legado diversas formas de celebración y la sociedad, que suele resistirse a lo pre-establecido, avanzaba a tientas pero segura de mantener y sostener su propia identidad.
Sin atraer tanta nostalgia, memorar invita a sentir la vida como un sinfín de etapas que dejan huella, que marcan rumbos, que señalan intenciones, que conllevan signos donde en cada momento crucial-bueno o malo-se es capaz de involucrarse.

Cada medianoche del 31 de diciembre, por años, se hermanaban ululares que hacían estallar de algarabía el corazón. La sirena potente del Molino Werner, la mas tenue de LA VOZ DE REALICO, la peculiar del patrullero policial(habia uno solo por aquellos tiempos)y las maquinas del ferrocarril que anunciaban su partida en la estación; despues llegaron los Bomberos y ese sonido particular estremece, como siempre, porque avisa tambien de algo terrible. Fuegos artificiales y petardos fortísimos explotaban como símbolo de tradición. Bailes en los clubes despues del brindis y vecinos en las veredas, acordaban un pacto de sociabilidad que comenzó desde hace tiempo a abroquelarse en cada hogar, porque pareciera que se perdieron los estímulos.
Como cada gesto humano, el hecho cultural marca en un pueblo su idiosincrasia a pleno.Fue aquella mezcla de sangre con resabios de aromas y sabores, de costumbres, de placeres, los que indicaron cómo celebrar.No es imprudente pensar que los viejos ya no estan y eran los entusiastas que por añadidura educaban y enseñaban a vivir,a distinguir la tormenta del arco iris;a descubrir en los rostros los rastros que se entrecruzaban con la sonrisa que despeja la pena. Confesos melancólicos muchos de ellos, no vacilaban cuando cargaban las barras de hielo para envolverlas en arpilleras y ponerlas en un fuentón, para que la copa estuviera siempre fresca, porque vislumbraban en los deseos compartidos una forma de trasmitir pasión por la existencia.
En el destino comun, dejaban constancia de las horas de vigilia; conjuraban los miedos con alguna cancion de la Patria lejana; volvìan inasibles los ecos de las voces que tantas veces engarzaban blasfemias con sonoras carcajadas que mostraban esperanzada alegría.
En la antigua urdimbre urbana, quedaron marcas. Se sabe.Descubrirlas para recrear otros omentos, suena utópico. Pero no imposible.
Aquellos hombres y mujeres que ponian largos manteles cada fin de año,mes tras mes trasladaban ese entusiasta cometido a las instituciones locales;generaban otras celebraciones para recaudar fondos para mejorar infraestructuras y ofrecer gratos eventos; reverdecían con porfía las pautas fundacionales heredadas en muchos casos. Sin apuro, el camino a recorrer se hacia con el mismo ritmo del trabajo cotidiano;a veces alucinados soñaban con proyectar lo construido entre todos para que su pueblo, este –nuestro-Realicò- se destacara entre sus pares. En un norte que lo tuvo como referente, que lo alienta a no decaer porque su ubicación geopolitica lo coloco en suspensión en medio de un territorio que se verdeó y de páramo pasó a tierra nutricia. Es verdad, los signos marcan el paso del tiempo. Las costumbres se modifican, los gustos cambian, las modas imponen, los afectos se dispersan.Pero el almanaque
señala que la rotaciòn de la Tierra lleva a insertarse con otra energía en el Cosmos; sin olvidar que se vive en un ámbito absolutamente terreno.
Hay una encrucijada que se construye desde el egoísmo. Por eso las guerras, por eso tanta muerte, por eso la falta de dialogo intercultural. Para reaprender a soñar, apelar a la hermandad, aun con las disidencias, será el mejor brindis del Año Nuevo. Ser capaza de amparar con el abrazo, no avergonzarse por delatarse en la ternura; tener compasión por el otro y por si mismo; trazar otra vez el camino para no extraviarse; y sentir en las entrañas el rumor ancestral que definió la personalidad de cada no, develara el misterio de recomenzar.
Con el corazon dispuesto a latir al unisono


¡ Feliz Año Nuevo ¡!!!!
y que el 2014 provea de mucha paz.

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