En Buena Esperanza, increíblemente no hay pistas sobre el brutal crimen de un productor rural

Impacto - La policía de San Luis avanza sobre dos hipótesis para dar con los autores del crimen de Bernardo Abraham Kravetz, el productor rural, de 74 años, que fue encontrado sin vida en su campo, con las manos y pies atados, en Buena Esperanza.El cadáver fue hallado el jueves 2 de enero a la siesta, es decir, dos días después del ataque en “El Verano”, el establecimiento ubicado a unos 10 kilómetros al norte de Buena Esperanza.
Se pudo conocer que la Policía trabaja sobre dos hipótesis que han tomado fuerza. Suponen que fue golpeado con saña y abandonado atado, aún con vida, por alguien que le tenía bronca. O que quizás gente que iba en busca de dinero le dio una paliza y lo redujo cuando se resistió al robo.
“Para dejarlo así, con una rodilla y una costilla quebradas, con los ojos morados… uno piensa que lo apretaron por dinero”, confió una fuente de la causa.
En el patio estaba su camioneta Toyota, con las llaves puestas, un tractor, electrodomésticos y distintas herramientas, por lo que se descarta en principio el robo.
Kravetz vivía solo. Y sus vecinos más próximos están a unos 5 kilómetros. Era un pequeño productor que llevaba adelante el campo ubicado a la altura del kilómetro 630 de la autopista 55.
En la vivienda había mucho desorden, “como si buscaran algo”, supuso una fuente.
Según la autopsia, murió por politraumatismo. A partir de ese examen también estimaron que la data de muerte fue entre las últimas horas del 2013 y las primeras del Año Nuevo.
La policía puntana por el momento no tiene pistas firmes para dar con los autores del violento crimen que sacudió la tranquila población de Buena Esperanza.
EL HECHO
Bernardo Abraham Kravetz tal vez ni siquiera alcanzó a darle la bienvenida al Año Nuevo. Según los investigadores, el productor rural de 74 años recibió la golpiza que lo llevó a la muerte entre las últimas horas del 31 de diciembre de 2013 y la madrugada del 1º de enero. El cadáver fue hallado el jueves a la siesta, es decir, dos días después del ataque en “El Verano”, el establecimiento donde vivía y criaba vacas y terneros, unos 10 kilómetros al norte de Buena Esperanza.
La Policía trabaja sobre dos hipótesis que han tomado fuerza. Suponen que fue golpeado con saña y abandonado atado, aún con vida, por alguien que le tenía bronca. O que quizás gente que iba en busca de dinero le dio una paliza y lo redujo cuando se resistió al robo. Pero, por lo que han observado, en la casa no faltan bienes. Los agentes buscan establecer si pudo haber plata con la que los delincuentes escaparon.
“Para dejarlo así, con una rodilla y una costilla quebradas, con los ojos morados… uno piensa que lo apretaron por dinero”, confió una fuente de la causa.
En el patio estaba su camioneta Toyota, con las llaves puestas. Los efectivos también encontraron un tractor, electrodomésticos y distintas herramientas. “En los robos en los campos, los ladrones suelen llevarse ese tipo de elementos. Pero en este caso, esas cosas estaban. No tocaron nada. Por eso pensamos que, o bien iban directamente por dinero o el ataque tuvo otra intención, tal vez una bronca o un ajuste de cuentas”, dijo el jefe de la Unidad Regional II Distrito Interior, comisario mayor Leonardo Moreno.
Kravetz vivía solo. Y sus vecinos más próximos están a unos 5 kilómetros. Era un pequeño productor que llevaba adelante el campo ubicado a la altura del kilómetro 630 de la autopista 55.
“A simple vista, por su aspecto, se puede decir que se veía bien, que no tenía problemas (de salud). De hecho, él mismo se ocupaba de las tareas en su establecimiento, aunque esporádicamente contrataba a algún empleado”, refirió.
Al parecer, la víctima no tenía mucho contacto con sus familiares. “Los parientes que tienen domicilio en Buenos Aires habían intentado comunicarse con él para las fiestas. Y no pudieron. Por eso le pidieron a Gastón Kravetz, un sobrino que vive en Buena Esperanza, que fuera a la casa”, contó el comisario. El jueves, para calmar la preocupación de sus allegados, el joven fue a lo de su tío. Él encontró el cadáver y llamó a la Policía.
Estaba en una habitación de la casa que es usada como depósito, dijo el subcomisario César Prado, jefe de la División Homicidios de Villa Mercedes, que le presta colaboración a los efectivos de la Comisaría 19ª en las averiguaciones. En la vivienda había mucho desorden, “como si buscaran algo”, supuso una fuente.
La habitación donde estaba el cuerpo está entre el dormitorio de la víctima y la cocina, precisó Prado. Kravetz estaba en el suelo, con dos ataduras de soga. Una le asía las muñecas y le dejaba los brazos hacia adelante. La otra era en los tobillos. Los nudos eran comunes. Pero los homicidas se ocuparon de hacer varios, para reducir las posibilidades de que el hombre pudiera liberarse y pedir auxilio.
Según la autopsia, murió por politraumatismo. A partir de ese examen también estimaron que la data de muerte fue entre las últimas horas del 2013 y las primeras del Año Nuevo.
Moreno no supo precisar si los embates fueron con algún objeto o si el o los agresores se valieron de sus puños y pies, por ejemplo, para herirlo. Tampoco pudo referir cuánto tiempo pasó entre la paliza y el fallecimiento. Pero conjeturó que la agonía no fue larga.
“Tiene varios tipos de lesiones. Y le quebraron una costilla, que le perforó un pulmón”, dijo. “Suponemos que en algún momento esos golpes pueden haberlo dejado inconsciente. Y que después murió”, consideró el jefe de la URII Interior. Agregó que el hombre no tenía lesiones de defensa.
Prado detalló que la tranquera y las aberturas de la casa no presentaban signos de violencia. “Lo más probable es que los delincuentes hayan estado al acecho, esperando”, dijo. “Se han aprovechado de la oscuridad y la soledad del campo. Cuando escucharon que Kravetz abrió la puerta, se metieron”, estimó Moreno. Y, por lo que le indica la experiencia, consideró no entró una sola persona. “Este tipo de hechos en los campos siempre es cometido por dos o tres personas”, abundó.
Los investigadores quieren confirmar si Kravetz tuvo algún ingreso de plata en lo reciente, producto de alguna venta, ilustró una fuente. “Investigamos para ver si hizo transacciones, transferencias. También averiguamos si había viajado a alguna ciudad, a Villa Mercedes, por ejemplo, y si lo hizo solo o con alguna persona”, dijo Moreno.
Prado informó que también analizan los registros de las cámaras de seguridad de la estación de servicio de Buena Esperanza, los peajes y Villa Mercedes. (Fuente gentileza: Diario Puntal y El Diario de la República).-

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