"Cuando Militar ya no es mas militar"

Impacto - Por Luis González - Levanto la cabeza y veo jóvenes con banderas en alto, que se envuelven con el brillo de la tarde, con ese sol radiante que explota allá arriba, tan arriba como esas banderas.
Pero cuando bajo la cabeza me choco con que eso no es posible. Con que ningún joven sigue una idea si no es por conveniencia personal, si no hay algo que corrompe cualquier ideal, cualquier ideología.
Que no existen los pibes que quieran luchar por otro mundo, que no hay certezas de encontrarlos en el debate. Que no piensan, sino que accionan no por rebeldía, sino por violencia.
Cuando vuelvo la cabeza hacia arriba los veo con sonrisas, con rostros mas iluminados que el brillo de la tarde.
Los noto rebeldes, con esa rebeldía feliz de intentar romper los paradigmas que se impusieron a fuego y miedo.
Con esa fortaleza juvenil de avanzar, aún sabiendo del posible tropiezo, sin temer de consecuencias.
Al volver hacia abajo, me acribillan palabras que desmienten aquello.
Las que dicen, bajo cuidado diseño oculto, que los compromisos son otros. Que somos nadie. Que debemos ser o temer.
Que no se puede sin ellos. Que la sumisa conducta del pueblo es la que permite el avance.
Pero escucho la arrolladora marcha de aquellos chicos que cantan y bailan y vuelvo a erguirme.
Y vuelvo a levantar la cabeza. Y miro a los ojos y me encuentro.
Y me miran a los ojos y se enciende el fuego. Aquellas llamas que quisieron apagar, pero que jamás se extinguen mientras haya un pibe que tenga en sus manos las mismas banderas que levantaron los libertarios y los revolucionarios como antorcha sagrada.
Mientras haya alguien que mantenga acariciados los pañuelos que ellos quisieron pisotear y no pudieron, ni podrán.
Ya no bajo la cabeza, porque no necesito leer traducciones corporativas de una realidad ficcional.
No necesito ya ese diario que mancilla con cada gota de tinta tanto honor y tanta gloria de un país transformado en Pueblo, en Patria.
Con levantar la cabeza y mirar la realidad me basta, para ver que les hemos robado, que nos hemos quedado con una palabra esencial, que estuvo por años ensombrecida bajo las armas de los asesinos.
Militar ya no define a aquellos que se levantaron contra su propio pueblo.
Militar no tiene responsabilidad hoy con secuestros y desapariciones.
Hoy Militar es el amor por las ideas y las causas, transformadas en acción pacífica pero valiente.
Hoy Militar es caminar juntos un camino de sostenido avance en la Democracia, a paso firme que no permita la vuelta atrás, que no permita el regreso a los infiernos en los que nos enterraron.
Hoy Militar es nuestra palabra, una mas de las tantas recuperadas.
Es el término que abraza a esas juventudes que caminan por la senda caliente y a veces turbulenta de los cambios, que no vuelven atrás.


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