Tito estaba acusado de brindar el apoyo logístico a la banda que en la madrugada del 9 de octubre de 2011 dio un golpe a la entidad bancaria de Huinca, luego de escalar el edificio enclavado en la esquina de calles Córdoba y Formosa y forzar una reja que protegía un patio interno.
El asalto se perpetró con pleno conocimiento de las dependencias, los horarios del personal y la ubicación de las cámaras de seguridad, algunas de las cuales fueron cubiertas con trapos y otras redireccionadas de manera que la acción de los asaltantes no quedara registrada.
El audaz robo dio origen a dos procesos judiciales, uno contra los autores materiales del hecho y el otro contra las tres personas que fueron acusadas de facilitar el acceso de la banda al banco de La Pampa.
Ese segundo juicio se llevó a cabo a mediados del año pasado en la Cámara Segunda del Crimen, a cargo de Emilio Andruet, y concluyó con la condena al subcomisario Tito a tres años y medio de prisión porque a criterio del juez quedó demostrada su responsabilidad como partícipe necesario del intento de asalto al banco. Las otras dos personas que habían sido señaladas por la investigación tuvieron mejor suerte que Tito y resultaron absueltas porque no se encontraron pruebas en su contra.
El fiscal de Huinca había acusado al ex subcomisrio de prestar auxilio y cooperación a los asaltantes antes de que perpetraran el robo. “Aporte sin el cual el asalto no habría podido cometerse”, recalcó.
La cooperación del ex jefe policial consistió en brindar información respecto de horarios y movimientos de la entidad bancaria. Para eso, desde los días seis a ocho de octubre del dos mil once, Tito mantuvo intensa comunicación telefónica con los asaltantes. Incluso, el día del robo, Tito se hizo presente en la localidad de Huinca pese a que ese día no se encontraba de servicio para “despejar el lugar del hecho”.
También se lo señaló por haber brindado a los asaltantes información sobre los controles policiales que se hacían en el lugar.
Hasta el momento en que quedó complicado por la Justicia, el entonces subcomisario llevaba una antigüedad de 23 años en la fuerza. En ese lapso se instruyó con el grupo Eter, y también se desempeñó como instructor de Infantería y llegó a dar clases en la Escuela de Agentes.
Durante el juicio que le hicieron en los tribunales riocuartenses, Tito indicó que amaba su trabajo y agregó que cuando la jefatura tomó la decisión de trasladarlo de Córdoba a Huinca Renancó lo tomó como una posibilidad de mejorar su desempeño dentro de la Policía. (Fuente gentileza: El Diario de Santa Rosa).-
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