Una joven médica realiquense, cuenta sobre su hermosa actividad: "Ser Payamédico, es entrar en un mundo mágico", dice Dalma

Impacto - Dalma Álvarez Burgos es una joven de Realicó, médica de profesión y payamédica de alma. Y fue entrevistada por el sitio cordobés "Qué Hacemos Má?", donde reflexionó sobre esta interesante actividad. 
La nota, publicada en www.quehacemosma.com, realizada porSol Castro, dice textualmente que: 

"Con su amplia sonrisa y su vocación de servicio, es capaz de transformar el día de una persona, no sólo aplicando la medicina para curar el cuerpo, sino la alegría, las emociones y la fantasía para sanar el alma de aquel que esté enfermo.
Tiene 25 años, vino estudiar a Córdoba en el 2007 y después de 7 años obtuvo su título en la Universidad Nacional. Actualmente se encuentra haciendo un año previo de cirugía en el Hospital de Urgencias, para rendir la especialidad en Otorrinolaringología.
Cuenta que sintió que quería ser payamédica tras ver un documental en el 2006, donde aparecía el fundador de “Payamédicos“ el médico psiquiatra especialista José Pellucchi, quien relataba cómo había iniciado la asociación, qué hacían y qué cuáles eran sus propósitos.

Además, Dalma se dedica a coordinar talleres de formación en payateatralidad en la ciudad de Córdoba, en representación de la Asociación Civil “Payamédicos“.
Fundada en el año 2002, la misma tiene como misión contribuir a la salud emocional del paciente hospitalizado. Para tal fin se utilizan recursos psicológicos y artísticos relacionados con juegos, música, teatro, técnica de clown, magia y el arte humorístico en general.

Muchos seguramente recordarán al payamédico de la película protagonizada por el actor Robin Williams,”Patch Adams“, un filme que conquistó el corazón de distintas generaciones en el mundo entero. No obstante, con esta película sólo podemos obtener una leve noción de lo que significa ser unpayamédico, a través de la interpretación cinematográfica de este médico de fama mundial. En Argentina y en Chile (país donde también está presente la asociación), los payamédicos son cada vez más-2000 aproximadamente-, incluso abordan la payateatralidad con una deontología propia, que los identifica y diferencia.

En Córdoba se organizó la asociación en el año 2011, y Dalma fue una de las primeras personas que se formó en ella.
Los Payamédicos realizan intervenciones escénico-terapéuticas con un abordaje a través de la técnica de clown (payaso teatral) adaptándola al ámbito hospitalario con una ética y estética particulares, hasta tienen un glosario que les permite comunicarse dentro de la disciplina con mayor especificidad. Palabras como “fantasizar”, “payaética”, “produciente”, etc; comienzan a resonar cuando hablamos con unpayamédico.

“Payamédico puede ser cualquiera que sea mayor de edad y tenga el secundario completo. Hay médicos, psicólogos, actrices, contadores, abogados, etc.” , aclara Dalma cuando le pregunto quiénes pueden ser payamédicos.

¿Qué hace un payamédico exactamente?

-El payamédico entra en un mundo mágico, intenta crear una fantasía convirtiendo ese ambiente en el que se encuentran el enfermo, los acompañantes, el médico, el camillero, etc; en otro lugar mágico que los transporte para que salgan de la realidad y se olviden de ella por un rato. Lo llamamos “fantasizar” (desdramatizar) el medio hospitalario, demostrando al paciente, familiares y equipo médico, que el humor, la risa y la fantasía pueden formar parte de su vida en el interior del hospital.
Ahora, ¿cómo puedo meterme en un mundo mágico, cuando yo, payamédico, soy una persona tan real como ellos, a la que también le pasan cosas?. Bueno, se hace encarnando un personaje a través de un portal, que es la nariz naranja y el vestuario preparado para cada paya. Cuando uno se pone la nariz, automáticamente aparece el payamédico y deja de ver un hospital para pasar a ver un safari, un circo, un castillo, lo que imagine en ese momento, y empieza crear desde ahí, con el objetivo de que el paciente se meta en el juego mediante la inmersión en el nuevo mundo. Cuando los pacientes entran en el mundo mágico, dejan de ser pacientes y se convierten en lo que nosotros llamamos “producientes”, porque comienzan a generar nuevos pensamientos positivos dentro del mundo mágico, así se produce un efecto endorfínico.

Es decir, uno no va a dar un show, ni va a hacerle bien a nadie, eso siempre se deja claro. Hay muchas personas que van a hacer el curso motivadas para el deseo de “hacer el bien”. No se le da nada a nadie, sino que se hace que el otro produzca. Es decir, es una terapia complementaria a la de cualquier médico, porque uno va a buscar un efecto científico. No vas a dar un abrazo tampoco, el abrazo pertenece al mundo real, es decir sólo si el “produciente” habilita el abrazo, ahí es cuando debe darse, pero no antes. Es un abrazo en el marco del mundo imaginario que se crea, porque si abrazo en forma real, con la identidad propia, de cada uno, posiblemente ese abrazo que me conecte con mi realidad cotidiana, va a hacer que me capture y que mi “yo” florezca. Debo mantener el personaje, al payamédico y alejarme del yo, para que la terapia tenga el efecto buscado.
En prosopoterapia, uno construye un heterónimo, que es aquel que a mí me ayuda a enfrentar la vida de una forma adecuada, con el menor estrés posible. Ejemplo, estoy en el trabajo, hay una persona que no me cae bien, que me irrita, que me pone nervioso, construyo un ser en ese momento para que la situación por la que tengo que pasar, sea lo menos invasiva o molesta posible, ese es el heterónimo.

¿Cómo definirías al humor del payamédico? ¿cómo y por qué genera efectos positivos?
-El devenir payamédico es el heterónimo niño del adulto. Es un ser que maneja un humor que no tiene doble sentido, humor similar al de un niño, que te hace reir, sin que se busque la risa o el efecto cómico.
A la hora de construir el vestuario, por ejemplo, lo va ser evitando colocar elementos que remitan directamente al mundo real, y teniendo en cuenta el significado de los colores. Hay colores que acercan y otros que alejan, el vestuario debe ser armónico, que no invada al paciente pero que no lo aleje tampoco por lo llamativo.
“…uno no va a dar un show, ni va a hacerle bien a nadie, eso siempre se deja claro. Hay muchas personas que van a hacer el curso motivadas para el deseo de “hacer el bien”. No se le da nada a nadie, sino que se hace que el otro produzca”.
“Te puedo contar un poco sobre el Dr. Pellucchi, sus inicios si querés”, anuncia Dalma antes de que arroje la próxima pregunta, y continúa. “Él comienza en el grupo de teatro llamado “Los Ribas”, primero en una obra de teatro hacía de un payaso que iba a ver un paciente que estaba en un hospital, y después lo pone en práctica en el consultorio, en el devenir diario, logrando muy buenos resultados. Luego crea “Hospiteatro”, teatro en salas de Hospitales, y finalmente, crea la Asociación Payamédicos”.

Claro, las cosas se fueron conectando de a poco. Contame en tu caso, ¿cómo fue que te convertiste en payamédica?
-Toda mi vida hice teatro, pero me decidí estudiar medicina porque me encantaba y cuando descubrí la asociación supe que quería formar parte. Cuando se hizo el primer curso de payamédicos en Córdoba, yo estuve presente, recuerdo que me lo comunicó una amiga, Eugenia.

¿Y cómo llegaste a ser formadora de payamédicos?

-En realidad requirió trabajo, bastante, es un proceso de formación aparte, para el que desea formar, además te tiene que elegir tu formador y la asociación, a través de un proceso de selección. Junto a Noelí Alonso, actriz, somos las únicas personas capacitadas para dar el curso en Córdoba, representando a Payamédicos.
“El devenir payamédico es el heterónimo niño del adulto. Es un ser que maneja un humor que no tiene doble sentido, humor similar al de un niño, que te hace reir, sin que se busque la risa o el efecto cómico”.
¿Con quiénes y dónde trabajan?

-No se trabaja sólo con niños, sino también con adultos desde la terapia intensiva, hasta la intermedia, sala común, etc. No sólo se trabaja en los hospitales, sino que también en la calle, lo que nosotros llamamos “Payacalle”. Un grupo de payas sale en días y horas establecidos, para interactuar con la gente que está en la calle, desplegando “la paya-ética” y la “poética payamédica” en barrios de la ciudad. También se sale a ver casos particulares a distintas casas cuando hay algún paciente que está internado en su hogar. O bien vamos a algún evento que tenga que ver con la salud, pero no se va a cualquier evento, esto no es teatro, es un método terapéutico. Regularmente vamos al Hospital de Clínicas, Clínica Reina Fabiola, en el Hospital de Niños y en el Hospital Infantil.

¿Cómo se sostiene esta actividad?, ¿qué procedimiento o método tiene?

El Payamédico se convierte en tal porque lo desea, es una vez por semana, 4 horas, no es una actividad con fines de lucro. Cuando hacés el curso, luego hacés “payantía” en hospitales de la mano de un “payaexperto”. Hay un método para actuar, en primera instancia es el “Paya-pase”, que es el equivalente a la revista médica, se indaga sobre el paciente, el estado de la enfermedad, qué fármacos toma, su contexto social, etc. El médico siempre brinda información valiosa si uno no lo es. Luego viene la etapa de intervención con el paciente “Paya-intervención“, cuando el paciente o “produciente” está en su fase más eufórica, es cuando el paya se retira uno quiere que el paciente pase del estado pasivo al activo y se mantenga ahí. En la etapa 3, “Paya-balance”, se hace un balance de la experiencia como payamédico. El cuarto tiempo es una “Payagrafía“, se hace un mapa con las acitudes que pueden haber capturado al payamédico intentando aflorar el yo, para mejorar futuras intervenciones.
En lo que respecta a la Asociación, hay donaciones de parte de personas u organizaciones que donan recursos, muchas veces no es dinero, sino pasajes, elementos, etc; pero no existen ingresos fijos.
Lo que deseamos y buscamos desde la Asociación en Córdoba, es un espacio físico propio para poder dictar nuestras capacitaciones, para formar a más payamédicos, para la parte teórica, dado que en lo práctico, constantemente estamos ejerciendo en distintos hospitales y clínicas de la ciudad. Estamos trabajando para conseguirlo.

Contame un poco más de la formación, para nuestros lectores interesados.

-En el curso práctico se aprende la técnica del “paya” con un encuadre ético que es propio de la Asociación, para aplicarlo en el paciente que está en el hospital. Es una mezcla entre el clown y un ser convertido que va a interactuar en hospitales con enfermos y profesionales, etc.
En el teórico, “Taller de Payamedicina- es gratuito-, se explica todo aquello que se debe respetar en hospitales, normas, etc. Al ingresar a un hospital, el payamédico se convierte en un agente de salud que debe por ejemplo respetar la higiene de manos, saber cómo identificar cuando un paciente se encuentra en aislamiento, saber qué medidas tomar y todo lo que tiene que ver con la base científica, que sustenta la idea de que cuando un paciente se pone feliz, sale de ese ambiente que le causa estrés, lo captura la fantasía, libera hormonas que son opioides endógenos, que no sólo lo van a hacer sentir mejor, sino que van a mejorar el pronóstico y la forma en que va a enfrentar la enfermedad.

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